En Filipenses capítulo 2, versículo 4 dice así: "Que nadie busque su propio bien, sino el bien de los otros".
Leyendo este versículo pensaba en cómo es cierto si queremos realmente conectar con las personas de nuestro mundo hemos primeramente de considerar sus necesidades. En la cultura en la que hemos nacido lo primero que se nos enseña e inculca es que lo más importante somos nosotros mismos. Hay una canción de Daniel Cavetti que me encanta que dice lo siguiente: "No se trata de mí, sino que se trata de tí, del prójimo y de Dios". Esta frase no está de moda hoy en día.
Actualmente vivimos desconectados de los demás porque solo pensamos en nosotros mismos y no nos centramos en las necesidades de las personas. Sin embargo, Pablo nos enseña que primeramente hemos de focalizarnos en hacer bien y ayudar en las necesidades de los demás. ¿Porqué? Pues porque simplemente Dios quiere que aprendamos a ser desinteresados. El quiere que aprendamos a amar y a ser generosos como El lo fue primeramente. El mundo no gira alrededor de ti ni alrededor de mi. Todos somos muy especiales a sus ojos y hemos sido creados para un propósito ... pero el mundo no gira alrededor de ti ni de mí. Quiera Dios que aprendamos a enfocar correctamente nuestras vidas.
Isa.
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