Hoy tocaba ensayo general, preparar nuestros instrumentos para no desafinar. Después del desayuno nos hemos dividido en tres equipos para preparar los diferentes escenarios donde vamos a desarrollar nuestro trabajo durante estas semanas.
Podríamos decir que todo ha sido “coser y cantar” pero la cruda realidad que uno se encuentra en estos lugares no da lugar a ello. Limpiar clínicas hechas vertederos para permitir la práctica de cirugía ocular, organizar todo el material sanitario, instalar 6 sillones odontológicos en un edificio sin subministro eléctrico y a medio construir, trabajar a pleno sol a 45º, son situaciones en las que la opción de tirar la toalla no deja de resonar en tu cabeza. Por suerte hoy no ha sido así. Y es que cuando la impotencia nubla por completo tu capacidad de reacción y tus ojos empiezan a humedecerse, un último brote de energía se asoma y te permite luchar por poner tu granito de arena.
Es difícil poder explicar la cantidad de anécdotas que cada uno de nosotros vivimos durante un día que para nosotros parece no tener fin. Desde las 5 de la mañana que sale el sol, hasta las 10 de la noche que finalizamos nuestro último encuentro. Hoy hemos podido vivir un parto, una boda, un pequeño accidente con uno de nuestros vehículos, eso sí, todo ello a ritmo africano, que significa que 5 minutos pueden ser una hora.
Marta Playà, una de las enfermeras del equipo de odontología, cuenta así su momento más significativo del día:
“Estábamos sentadas en una habitación con un montón de material apilado cuando de pronto han aparecido 3 cabecitas por la ventana cuchicheando entre sí. Con una sonrisa en sus caras han empezado a cantar una canción: “Fly, Fly Flay… Fly Flay Flo”. Al principio no lo entendíamos pero después hemos recordado que esa era una de las canciones que les enseñamos a los niños de Jagma el año pasado. Nos habían reconocido y nos cantaban esa canción! la verdad es que nos ha hecho recordar emociones intensas vividas el año pasado en este lugar.”
Antes de empezar el día reflexionábamos sobre el valor de trabajar en equipo y pocas horas después lo hemos puesto en práctica. Y al final del día podemos decir con toda satisfacción que la orquesta está lista. Mañana empezamos la función para la que nos hemos estado preparando a todos los niveles durante tanto tiempo.
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