24 enero, 2012

Gain reconstruye el Orfanato Ca-Ira, en Haití


Este es el orfanato de Ca-Ira, en Haití.

Este lugar atiende a 60 huérfanos y niños en situación de pobreza extrema y se estableció en 1988 por la Church of God of the Profecy. El edificio fue destruido durante el terremoto  y mató a cinco huérfanos y dos trabajadores. La escuela albergaba a 220 alumnos y 20 maestros. Gain está muy entusiasmada con la reconstrucción de la Aldea de Niños y también en el proceso de cambiar la mentalidad de la comunidad a partir del entrenamiento y el desarrollo de una nueva generación que crece en Ca- Ira.
El orfanato está ubicado en un lugar precioso, a orillas del Caribe



 
Escuela provisional construida por Gain

Gain ha construido un pozo de agua potable en el propio orfanato
Iglesia del Hogar y del pueblo tras el terremoto



Obras de reconstrucción del orfanato


Fundamentos del edificio principal del orfanato levantados por Gain

Memorias de Ca-Ira, Haití.

La primera niña que conocí en el orfanato de Ca-Ira, en Haití, fue Grace. Tan solo tiene dos añitos y es una niña super inteligente. Jugaba con un pequeño avión roto,  cuando llegué, y nada mas verme aceptó jugar conmigo. Es cariñosa, sociable, preciosa, muy muy alegre, abierta, feliz, ... le encanta cantar y bailar,  y todos los días cantaba para mí alguna canción, eso sí, siempre alabando a Dios a través de la música. Vive en el orfanato con su madre y su hermana de seis meses desde que el terremoto sacudió a este país.


Abrazos, risas, paseos, ver atardeceres, canciones, disfrutar de la naturaleza, sin prisas y sin estrés,  humanidad, relaciones, adoración continua a Dios, generosidad, caricias, alegría, muchísima alegría, baile, comunidad, .... Son palabras que invaden mi mente cuando pienso en Haití.
Esta es Keni. Ella fue la última persona que miré a los ojos cuando abandoné Ca-Ira para regresar a mi hogar. Me despidió hasta el último segundo, ... ¡tengo muchas ganas de volver a verla! Nos hicimos muy amigas y algo especial nació entre nosotras dos en tan solo, .... seis o siete días. AQUELLO ES HAITÍ, un mundo completamente diferente al que conocemos por aquí.

Las sonrisas y abrazos están por todos los rincores de aquel lugar. Lo invaden todo.

Estas chicas nunca han ido al cine, nunca han ido a comparse ropa en las rebajas, nunca han pasado un día en la piscina, nunca han salido del lugar donde han nacido, nunca han tenido libros para disfrutar de la lectura, nunca ven la televisión y mucho menos tener un ordenador, nunca han tenido regalos en Navidad o en Reyes, ...

No les hace falta nada..... simplemente son felices.

Y ... este es Daniel. Tiene 18 años y es un auténtico cielo. Sabe hablar un poco de español y quiere aprenderlo porque le encanta. Le gusta mucho Enrique Iglesias y escucha sus canciones, y también el Fútbol Club Barcelona. Daniel ayuda cuando puede, por sus estudios, en las obras de la reconstrucción del orfanato pero lo primero que hace por la mañana, y estoy hablando de las cinco o seis de la madrugada, es adorar y poner ese día en las manos de Dios. 
Irene, otra chica que vive en este lugar, que es guapísima y canta como los ángeles,  me dijo: Simplemente no puedo vivir sin Dios, estoy desesperada sin él, ... Y es que en Haití no se concibe vivir la vida sin Dios o apartados de El. Dios lo llena todo. Me encanta!!!!!

Y ... aquí está mi hermano, Marcos. El vive en Leogane, Haití, y esta chica es Magda, su novia. Marcos está allí porque adora a los haitianos. Le gusta su forma de ser, su forma de vivir la vida y cómo dan de donde no tienen, porque lo cierto es que las personas alllí son muy muy muy pobres, pero ..... aunque no tengan nada, lo dan todo.¡¡¡¡Qué paradoja!!!! ¿verdad? 
Lo admiro por estar allí, por dejar todas nuestras comodidades de occidente y vivir como uno de ellos. Marcos ama a los haitianos y quiere ayudar. Trabaja y vive con Eklesias, una persona importante en Leogane,  que trata de ayudar a su pueblo dentro de la miseria material en la que viven.

El último día paseé por esta playa con diez o quince chicas del orfanato. Pensaba que aquellos momentos jamás podría olvidarlos y así es. Los momentos que viví en Haití ya están marcados en mi corazón y no puedo volver a ser la misma persona. Todavía no sé qué cambios habrán, todavía estoy en ello, todavía busco la guia de Dios, ... Me duele, ... y muuuucho. Solo me consuela La Palabra de Dios que dice:

"La gente pobre y sin recursos busca agua y no la encuentra. Tienen la lengua reseca por la sed; pero yo, El Señor, los atenderé; yo el Dios de Israel, no los abandonaré. Haré brotar ríos en las colinas desiertas y manantiales en medio de los valles; convertiré el desierto en ciénagas y haré brotar arroyos en la tierra seca. En el desierto plantaré cedros, acacias, arrayanes y olivos; en la tierra seca haré crecer pinos y también abetos y cipreses, para que todo el mundo vea y sepa, y ponga atención y entienda que yo, el Señor, he hecho esto con mi poder; que yo, el Dios Santo de Israel, lo he creado" Isaías 41.

Mi esperanza solo está en Dios. Espero que estas mis palabras y pensamientos puedan hacerte algún bien y bendecir tu vida.

El Señor también me ha dado un versículo muy especial durante estos días que animan y vivifican mi alma, mente y emociones:

"El Señor afirma: Israel, por pequeño y débil que seas, no tengas miedo, yo te ayudo. Yo, el Dios Santo de Israel, soy tu Redentor".

Que pasada, ..... Dios mismo está con nosotros.



Con mucho amor,

Isa.

Sara ha hecho los 16 y Miriam los 13!!!!!! Están preciosas!!!!!


Estas son las dos princessas de mi casa. Son ya dos mujercitas preciosas que han crecido y han dejado de ser niñas. Sara está estudiando 1º de Bachillerato y se ha decidido por lo científico. Sueña con ser una doctora o fisioterapeuta en el futuro y este año está estudiando muuuuchisimo para asi poder alcanzar sus objetivos.Quiere estar con la gente y ayudarla.

Miriam este curso ha empezado 1º de la Eso y lo lleva muy bien. Sigue tocando la guitarra y es la payaseta en la familia. Siempre nos hace reír, y nos divertimos mucho con su humor.Una característica de ella es su servicio y preocupación por los demás.

Mi oración para ellas es que el Padre Celestial pueda darles de Su Bendición, Sabiduría, Paz y Amor. Que las llene de bondad y alegría para que las personas que están y las que estarán en sus caminos puedan descubrir un poquito de Dios. Oro para que Dios les de muchos días felices y las enseñe a repartir felicidad.

Os quiero,

Mami.


Miriam, 13 años
Sara, 16 años