29 marzo, 2010

Día 2. Suena la música



Hoy ha sonado la música en Yagma y en Zongo. Lo vivido en el día de hoy, justifica sobradamente todo el esfuerzo y trabajo realizado en el ensayo general de ayer.
Desde primera hora de la mañana un pequeño grupo de gente madrugadora, se ha trasladado a Yagma para ultimar los detalles y acabar el montaje de la tienda que se iba a utilizar como sala de espera para los pacientes de odontología a la espera del resto del equipo. Nuestra sorpresa al llegar, ha sido encontrar un buen número de pacientes esperando y ver la calma con la que afrontan las largas esperas antes de ser atendidos por el equipo médico.
Mientras el equipo de médicos y enfermeras realizaban los últimos preparativos notábamos que alguien tiraba de nuestras manos y, al poco tiempo nos encontrábamos rodeados de una multitud de niños que se acercaban a nosotros con la intención de recibir algo de nuestra parte, aunque solo fuera poder sostener durante unos instantes nuestras manos.
Es fácil satisfacer las necesidades de estos niños, unos caramelos, globos, una pelota, son ingredientes suficientes para verles sonreir de manera sincera. Hemos tenido la oportunidad y el privilegio de jugar con ellos, y pasear por los alrededores.
El equipo de odontología ha empezado su trabajo con los pacientes que previamente habían sido seleccionados por los estudiante de medicina. Han sido 70 los pacientes visitados en este primer día de trabajo y es nuestra intención que durante los próximos días el número de pacientes vaya en aumento paulatinamente.
Al mismo tiempo, el equipo de oftalmología empezaba a trabajar en la Clínica Betania situada en el barrio de Zongo. En el primer día de trabajo hemos tenido algunos problemas con los generadores que suministran la electricidad para que los microscopios funcionen, por lo que no se ha podido trabajar a pleno rendimiento y 8 pacientes han sido operados de cataratas. Para mañana, gracias al trabajo de nuestro “Mc Giver” MIguel Angel que ha podido reparar un microscopio que estaba estropeado, se presenta el reto de operar dos pacientes simultaneamente.
Edi Souto, responsable de apadrinamiento:
“Ayer, después del trabajo realizado en la escuela Cefise, vimos unos chavales que estaban sentados al sol delante de unas pizarras situadas en las paredes de la escuela. Cuando nos hemos acercado nos hemos sorprendido un montón al observar que estaban estudiando física. En medio de toda la miseria, con todo el calor, un sábado por la tarde estos jóvenes nos han enseñado que la educación no depende de los medios si no de las ganas de aprender. Realmente todo un ejemplo.”
Mari Nieves Ortega, higienista:
“Con esta experiencia que estoy viviendo tengo el corazón encogido y engrandecida el alma. De aquí me llevaré recuerdos imborrables que me acompañarán el resto de mis días.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario