01 octubre, 2010

Una semana en Ligonde


En la semana del 12 al 19 de Septiembre llegó mi turno para servir de hospitalero en la Fuente del Peregrino. Ha sido una semana intensa, de trabajo en equipo (un fantástico equipo por cierto), y de mucha, mucha gente.
Pensábamos que estando ya a mediados de Septiembre el número de Peregrinos sería bastante bajo, pero la verdad es que no. Llegamos a entregar la película Jesús a más de 600 personas en un solo día, los cafés con leche fueron incontables, creo que servimos más cafés en una semana que un bar en todo el mes.
La mejor parte han sido las cenas con los peregrinos que se quedan a dormir en la casa (tuvimos una media de unos ocho), eran como comidas familiares en la que la gente comparte sobre su camino, sobre lo cansados que están y sobre lo que están encontrando durante su peregrinaje. Nos encontramos con historias de todos los tipos, divertidas, alegres, duras y alguna también terrible.
Lo más importante es que sieguen habiendo muchísimas personas buscando a Dios, con dudas, con mochilas muy muy pesadas, necesitando respuestas, perdón, esperanza, alguien que les ayude a seguir caminando. Solo Dios sabe lo que realmente ha pasado durante esta semana, pero se que la Fuente del Peregrino sigue siendo la mejor parada para el que realmente quiere calmar su sed.




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