05 junio, 2009

Burkina Faso I (Enero 09)


Un final de año realmente diferente, diferente porque me lo he pasado vomitando con gastroenteritis, diferente porque en burkina no parece navidad, con temperaturas de casi 40 grados, sin adornos, ni arbolito, pero sobre todo diferente porque parece que hemos viajado a algún planeta lejano.
No sé como describir la vida allí, es un lugar muy duro, no he visto paisajes fantásticos, ni flores, los únicos pájaros que veíamos eran los buitres, casi sin gente mayor, …
El primer día al llegar a una de las aldeas en las que trabajábamos se nos ocurrió salir a repartir algunos caramelos entre una decena de niños que esperaban a la entrada. Pero en pocos segundos la decena se convirtió en docenas y casi sufrimos una avalancha. Tuvimos que formar filas en las que hasta los adultos hacían casi media hora por coger un caramelo.
Esa misma tarde intenté jugar un partido de futbol con los chavales pero fue un poco complicado, no es fácil jugar un partido de treinta contra treinta. Aunque daba igual, sin campo de futbol, entre piedras, sin calzado,… se lo pasaban pipa.
Era duro ver a cuántos de estos niños le hacíamos la prueba de la malaria y daban positivo. Era duro ver sus heridas, daba miedo pensar en sus futuros y era incomprensible observar la fortaleza, la alegría y la pasión que ponían en todas las cosas.
Fue una semana llena de confusión y frustración, …hasta llegar el domingo. Esa mañana acudimos a una iglesia y nos encontramos con cerca de 500 personas alabando y dando gracias a Dios, sin ninguna queja, sin ningún reproche, cientos de corazones llenos de gozo y confianza. Y fue entonces cuando yo me sentí pobre, cuando entendí que éramos nosotros los que más teníamos que aprender.
Edi

No hay comentarios:

Publicar un comentario