Hace algunas semanas os contábamos que gracias a la colaboración de Emsimisión y Tincgana, se puso en marcha un programa odontológico gratuito para personas sin hogar en Barcelona. El primero en ser atendido fue hombre llamado Jesús. Hoy Samuel Palacios nos enviaba estas líneas que compartimos con vosotros, porque Jesús ya ha finalizado su tratamiento.
"Simplemente fue un segundo, un click, y pudimos ver una expresión totalmente distinta en la cara de Jesús. La prótesis nueva era la correcta, encajaba, y en ese momento Jesús se dio cuenta. Al instante se emocionó, y empezó a dar gracias a todo el que pasaba por allí!
Puede parecer algo sencillo pero para Jesús, volver a tener dientes, ha sido un cambio de rumbo. El mismo fin de semana volvió a visitar a su familia, después de más de un año sin verles. La semana siguiente fue a visitar a una trabajadora social que le está ayudando a encontrar trabajo. Ha ido a entrevistas y, aunque a veces pierde la esperanza, todas las personas que le conocen dicen que es otro.
El trabajo con Jesús continúa, pero estamos muy agradecidos a Dios de haber podido ver esa expresión en la cara. Gracias también a Emsimision y a todos los voluntarios del Tincgana. Seguimos adelante con la ilusión de ver más vidas restauradas!"
"Simplemente fue un segundo, un click, y pudimos ver una expresión totalmente distinta en la cara de Jesús. La prótesis nueva era la correcta, encajaba, y en ese momento Jesús se dio cuenta. Al instante se emocionó, y empezó a dar gracias a todo el que pasaba por allí!
Puede parecer algo sencillo pero para Jesús, volver a tener dientes, ha sido un cambio de rumbo. El mismo fin de semana volvió a visitar a su familia, después de más de un año sin verles. La semana siguiente fue a visitar a una trabajadora social que le está ayudando a encontrar trabajo. Ha ido a entrevistas y, aunque a veces pierde la esperanza, todas las personas que le conocen dicen que es otro.
El trabajo con Jesús continúa, pero estamos muy agradecidos a Dios de haber podido ver esa expresión en la cara. Gracias también a Emsimision y a todos los voluntarios del Tincgana. Seguimos adelante con la ilusión de ver más vidas restauradas!"
Es un privilegio poder compartir el evangelio con nuestra palabras y sin ellas, ya que el efecto siempre es transformador. Gracias damos a nuestros compañeros en Barcelona por este precioso testimonio.
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