15 julio, 2010

Una semana en la Fuente del Peregrino (del 27 de junio al 04 de julio)

Es la cuarta vez que sirvo en La Fuente del Peregrino en el camino de Santiago como hospitalera y una vez mas puedo decir que ha sido una experiencia increíble. Me encantaría poder transmitiros de la forma más sencilla posible lo que Dios hace a través de este lugar. ¡A ver si lo consigo!


El primer pensamiento que viene a mi mente es la idea de que ha sido un auténtico privilegio poder estar allí, para mí ha sido un honor y una honra. Llegas pensando que vas a servir al peregrino (y lo haces) en dar tu tiempo, tu testimonio, tus habilidades, tu esfuerzo, piensas en dar de ti .... sin embargo, tengo que deciros, y esta es mi experiencia personal, que recibes, y recibes muchísimo. No consiste tanto en dar ... sino en saber recibir.

En La Fuente del Peregrino el primer interesado en darte es Dios porque a través de este lugar El trabaja en tu vida. A través de todo y todos Dios es quien quiere continuar la Obra en cada una de las personas que sirven en este hogar tan especial.

Pero ... no sólo te da Dios que creo que ya es mucho.

Este es nuestro equipo de hospitaleras, nueve mujeres y tres niñas.

El equipo de hospitaleros durante estos siete días nos bendice a través de los devocionales de la mañana, de los trabajos físicos en la casa, de las risas, de las conversaciones, de la convivencia diaria, de las anécdotas, de las historias, de los conflictos, de lo inesperado, de las urgencias, de las sorpresas, ... Para mí ha sido otro milagro trabajar con este equipo, fuimos doce mujeres, la pequeña tenía seis añitos y la más mayor sesenta y tres. Allí no habían diferencias, todas éramos iguales, sirviendo desinteresadamente y a la vez conviviendo "tan cercanamente" (dormíamos todas juntas en dos cuartos grandes) y aprendiendo las unas de las otras. De todas ellas, únicas y especiales con una aportación personal e individual, he recibido mucho. ¡¡¡¡Gracias chicas!!!!

En el centro, a mi derecha Lola de Córdoba y a mi izquierda,
Sonia y Sandra, hermanas de Mataró. Nos veremos en Barcelona.

Y... qué decir de los peregrinos. ¡Me han enseñado tanto! Todos ellos hacen el camino por una razón, todos buscan respuestas, todos buscan sentido para sus vidas, ... Ha sido impresionante ver la humanidad que existe en este lugar. Las personas son de carne y hueso: necesitan el contacto con otros, necesitan abrir sus corazones, necesitan ser animados por otros para seguir hacia adelante, necesitan intimidad con el prójimo que camina a su lado, necesitan compañía, necesitan mucho cariño y amor, necesitan ser respetados y amados como son, con todos sus temores, necesitan, sobre todo, el amor incondicional del Señor y el perdón de Jesús para sus pecados, y esto es lo que nosotras les hemos regalado, la oportunidad de conocer el Camino y la Verdad. ¡¡¡Han sido tantas las conversaciones profundas, han sido tantas las experiencias de aprendizaje con ellos!!!. En el Camino no hay barreras, en el Camino no existen los muros.

Una de las tareas era la cocina. Este día tuvimos 23 peregrinos,
llenamos la casa y con tiendas de campaña en el campo.
En total fuimos 36 personas. Los peregrinos decían: "parece una boda".



Pues sí. Creo que he recibido muchísimo, muchísimo más de lo que yo haya podido dar. Es cierto que hemos trabajado duro pero el corazón se ha llenado tanto , que ahora rebosa, ante tal realidad el esfuerzo físico se minimiza totalmente. Estar allí ha sido como renovar las fuerzas, pensar que sí vale la pena seguir luchando por las personas, para que todas podamos encontrar ese sentido para vivir y ese propósito.

Yo allí encontré respuestas muy claras. Quizás fui pensando que no necesitaba nada, yo iba para servir. Dios me ha dicho que ese no era su pensamiento, el que me ama ,más que nadie, tenía algo particular para mí, un regalo muy especial, y también para todas las mujeres que estuvimos allí juntas, y también para cada uno de los peregrinos que estuvieron con nosotras aquellos siete días, y lo increíble es que muchos han oído y encontrado respuestas en su Camino. No tengo ni sombra de duda, muchos a través de la Fuente del Peregrino , llevan la semilla en sus corazones y muchos han encontrado a Jesús en aquel lugar tan especial.


Eduardo cuando se fue por la mañana de nuestro albergue dijo: "Aquí he encontrado el Camino, gracias".
Sus palabras escritas fueron: Siempre me digo "Dios proveerá, ..." y la verdad que lo hace. Pero además de la Obra del Señor, El nos dejó el deber de Seguirla y difundirla. Hoy viendo vuestra pequeña-gran Obra sé que hay gente que entiende la Palabra de Jesús. Estoy orgulloso de ser seguidor de su Palabra y ser humano. Gracias, Eduardo (Blanes).


Estas dos chicas eran gallegas. Llegaron destrozadas físicamente a nuestro albergue,
con tendinitis y casi sin poder dar un paso. Su gratitud fue enorme y tan solo pudimos
ofrecerles dormir en tiendas. Aquel día estábamos llenos.






















Con los dos peregrinos de la izquierda, que eran gallegos y hermanos, Rut Serrano y yo
mantuvimos una conversación de más de dos horas. ¡¡¡¡Fue increíble!!!! Hablamos de todo
el evangelio, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en un ambiente de respeto y escucha mutua.


La Fuente del Peregrino ofrece café e infusiones, baños limpios, noche con cena y desayuno, totalmente gratis. Los peregrinos nos decían: "venga ya, os estais quedando con nosotros" Así demostramos nuestro amor incondicional al viajante en el Camino de
Santiago.
Se trata de una casa típica rural gallega reformada y ambientada célticamente.

Espero haberos transmitido bien mi corazón,

Con cariño,

Isa.

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