Hemos tenido el enorme privilegio de pasar un día conociendo más de cerca el trabajo que se realiza en Almería . Hace ya bastantes años que Pedro Reyes se dedica a ayudar a miles de familias necesitadas distribuyendo alimentos y ropa.
Lo primero que nos llamó la atención fue que era imposible andar dos pasos por la ciudad sin que alguien nos llamase y se parase a hablar con Pedro, lo segundo fue ver la cara más amarga de esa otra España que a veces tenemos un poco escondida, miseria y abandono en cantidades alarmantes, el barrio del Puche es un auténtico monumento a la vergüenza.
Estuvimos en casa de una familia marroquí que nos decía: Aquí vienen muchas ONGs a trabajar pero solo están preocupadas por el dinero y las subvenciones, no hay gente como vosotros con un corazón tan grande. (Esto lo decía por Pedro, claro).
Pedro tiene el respeto y la autoridad ganada entre los que menos tienen, sobre todo por la entrega, paciencia y el amor con que se ha entregado. Conoce a todos por sus nombres, conoce sus casas, sus problemas y es un ejemplo vivo para ellos de lo que es vivir el evangelio.
Otra familia nos invitó a comer un kuskus realmente riquísimo en su casa, mostrando una vez más que los que tienen poco a veces son los que más fácilmente comparten.
Al final del día ayudamos a Pedro a hacer entrega de alimentos a tres familias. Realmente un día completo.
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